martes, 17 de diciembre de 2013

Habemus Doctor



Esta mañana, el trabajo de diez años se ha visto recompensado para Eduardo González Gómez de Agüero, uno de los artífices de este blog. Diez años de investigación, difusión, esfuerzo y dedicación que han cristalizado hoy en la consecución del título de Doctor tras la lectura exitosa de su Tesis Doctoral.

Habitualmente, hemos utilizado este blog como escenario de difusión de la Arqueomalacología, pero nuestro trabajo ha ido más allá, abarcando otros aspectos como la Ictioarqueología cuya difusión había sido menor hasta ahora, y que trataremos de subsanar incorporando los nuevos trabajos de Eduardo.

Resulta difícil valorar de forma objetiva el trabajo de un amigo y un compañero, máxime cuando en estos diez años hemos compartido las penurias de la investigación no becada, las horas de laboratorio, los sinsabores y el esfuerzo. Pero también de buenos momentos y sensaciones se ha alimentado este período, especialmente en lo que a difusión y, por qué no decirlo, carácter pionero de nuestro trabajo. Pero por encima de las valoraciones personales, que son muchas y muy positivas, la Tesis Doctoral de Eduardo González supone un paso muy importante en la concepción y comprensión de la economía en el noroeste peninsular en un período que abarca desde la Edad de Hierro hasta el siglo XVII. Precisamente en el año 2003, se presentó en Galicia otra tesis de ictioarqueología, por la doctora Ferré, que supuso un primer hito. Diez años después, el trabajo de Eduardo supone un salto cualitativo, que profundiza en la interpretación socioeconómica de los restos ictioarqueológicos, y ofrece una visión muy novedosa e interesante, tanto desde el punto de vista histórico-arqueológico, como por sus aportaciones metodológicas. Gracias a su trabajo, que amplía sustancialmente el abanico de yacimientos estudiados en 2003, se obtiene una visión más amplia y dinámica, que muestra la fluctuación constante en el modelo de explotación económica, pasando de una pesca más sencilla y complementaria durante las primeras fases de la Cultura Castreña, a una pesca más comercial motivada, probablemente, por las influencias punicas y romanas, que incluyen la costa atlántica en esa especie de "economía´-mundo" de la Antigüedad y que tendrá en la época romana su máximo exponente. El desarrollo de nuevas técnicas de pesca, la variación taxonómica, los sistemas de conservación y comercio,...permiten en época romana un aumento exponencial en la importancia de la pesca como recurso alimentario y socioeconómico. La Edad Media, especialmente a partir de los siglos XI-XII, presenta un nuevo paso en ese proceso de sistematización y evolución, con la aparición de nuevas técnicas pesqueras y conserveras, así como de nuevas especies.

Sírva este pequeño resumen de punto de partida para que, en futuras entradas, el nuevo doctor pueda acercarnos la Ictioarqueología en este blog, con la misma dedicación y éxito que ha sabido hacer con la Arqueomalacología.

Quisiera terminar esta entrada dando mi enhorabuena a Eduardo, doctor y amigo, pues se lo duro que ha sido el camino y por todo lo que hemos compartido recorriéndolo. Como él mismo señalaba esta mañana, esta Tesis Doctoral no es un punto final, sino un punto de partida, pero déjenme decirles que es un magnífico y excepcional punto de partida. La importancia de este trabajo será reflejada en el futuro, cuando generaciones venideras de investigadores incorporen a la bibliografía esta tesis como uno de los hitos historiográficos y científicos en el conocimiento de la Arqueologia del Noroeste. Porque quizá estos restos no sean tan llamativos como una cerámica o una pieza de orfebrería, pero sin duda, pueden ser mucho más significativos para reconstruir el modo de vida de las sociedades que nos precedieron. Esperemos que sirva también para que los arqueólogos se conciencien de ello, y se promulguen más investigaciones o, por lo menos, que los restos faunísticos no terminen en una escombrera o en un oscuro almacén sin que nadie pueda estudiarlos.

Edu, amigo, mi más sincera enhorabuena.

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