lunes, 15 de junio de 2009

Documental moluscos



No hace mucho tiempo hablando con un colega de profesión sobre la arqueomalacología, y después de un primer momento de comentar alguna cosa sobre la disciplina propiamente dicha, terminamos hablando sobre la vida sexual de los percebes y de los erizos de mar....

¿Realmente es necesario llegar a estos extremos para crear interés sobre esta disciplina?. Cuando pensamos en realizar análisis zooarqueológicos, en general, y arqueomalacológicos, en particular, siempre les exigimos mucho más que a otras disciplinas. Sin embargo estos estudios ya aportan una gran cantidad de información, sacándoles más rendimiento que a otros materiales de los que, pese a ser más bonitos, en muchas ocasiones están infraestudiados.

Para realizar una verdadera arqueología del XXI es necesario abandonar esas reminiscencias del coleccionismo mitológico de otros periodos, dando importancia a todos los restos, ya que si es sumamente complicada la conservación de los materiales, más complicada va a ser la reconstrucción del pasado si nosotros mismos sesgamos los depósitos. Y eso es lo que ocurre cuando se prima el estudio de unos materiales sobre otros, condenándolos, en el mejor de los casos, a un ostracismo en una caja perdida en la estantería de algún depósito de museo.

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