miércoles, 15 de abril de 2009

¿Conchas en el interior?: El campamento de la Legio VII


Cuando hablamos de moluscos en yacimientos arqueológicos, inconscientemente nuestros pensamientos nos llevan hasta un lugar costero con grandes acumulaciones de conchas, pero lo cierto es que el espacio geográfico en el que aparecen estos restos es mucho más amplio. Lo mismo nos puede suceder con nuestra percepción temporal, que nos retrae en muchos casos a momentos precerámicos.


La presencia de moluscos es habitual en el interior, tanto por el aprovechamiento de recursos fluviales, como fruto del comercio. Evidencias de conchas en zonas interiores tenemos desde el Paleolítico como adornos, pero será a partir de la llegada de Roma cuando se intensifique la llegada de moluscos al interior, esta vez con fines alimenticios, apareciendo una estructura estable de abastecimiento. Este comercio no finaliza con el periodo romano, continuando a lo largo de toda la Edad Media y la Edad Moderna hasta la actualidad.


Un ejemplo de este comercio es el estudio realizado en el antiguo campamento legionario de León, donde se evidenció la presencia tanto de ostras (Ostrea edulis), como de almeja fina (Ruditapes decussatus) o de bígaros (Littorina littorea), además de alguna Margaritífera.


El principal problema que presentan el estudio de estos restos es su recuperación. En muchas ocasiones al aparecer en pequeña cantidad, ser muy sensibles a la fragmentación, y carecer de cribas en las intervenciones arqueológicas, estos restos no se ven, por lo que es imposible recuperarlos. En otros casos se recogen aquellos restos más llamativos, descartando todos los demás debido al poco valor que se les atribuye. Estos problemas creemos que pueden ser paliados de forma muy simple y con poco esfuerzo. De este modo creemos necesaria la recogida de todos los restos de moluscos visibles, ya que si en un primer momento pueda parecer que no tienen importancia, su estudio puede ser una fuente importantísima de conocimiento. Por otro lado también sería recomendable recoger la tierra que rodea a los restos de conchas visibles, ya que después de su correcto procesado nos pueden dar especies que se fragmentan con más facilidad, cambiando por completo la perspectiva que hasta el momento tenemos de la alimentación y del comercio en zonas de interior.

2 comentarios:

Davidviso dijo...

¿Este trabajo lo habéis publicado ya, o lo tenéis en marcha? ¡Me interesa un montón el tema!

Edu wan Kenovi dijo...

Sobre la malacofauna de León hay publicados dos trabajos:

-Fernández Rodríguez, C.: Fuertes Prieto, N. (2003). “Análisis de la fauna de Maestro Copín y San Salvador del Nido (León)”. En Fernández Freire, B.E.: León I. La época romana en León: aspectos arqueológicos. Arqueología Leonesa II: 201-231.
-Fernández Rodríguez, C.; Fuertes Prieto, N. (2004). “La alimentación en el campamento romano de la Legio VII en León: la información arqueológica”. Promonumenta, VI: 34-39.

y actualmente estámos trabajando sobre el tema, a igual que con el tema de los muestreos, pero puedes encontrar algo en el artículo de la JIA 2008.

Si nos puedes concretar un poco más lo que te interesa te podremos indicar algo más.