Pese al abandono de los estudios arqueomalacológicos después de la Guerra, los moluscos van ir adquiriendo cierta importancia dentro de las interpretaciones de la Cultura Castreña, plasmándose en varios trabajos de síntesis realizados por López Cuevillas: “El comercio y los medios de transporte de los pueblos castreños” (1955), “A Economía nos tempos da Cultura Castrexa” (1966), y por supuesto su obra clave: “La civilización céltica en Galicia” (1953). En ellos, el autor habla de la importancia que esta fauna adquiere en la alimentación de la población que ocupa los castros costeros y en algunos interiores como Troña y San Cibran de Las, donde la presencia de valvas de ostra le lleva a plantear la existencia de contactos comerciales de estos productos con el interior.
Además, López Cuevillas se va a dar cuenta del enorme potencial que presentan estos depósitos a la hora de intentar comprender los modos de vida en los castros, y si en 1926 consideraba estos depósitos como elementos anecdóticos, lo suficientemente estudiados y conocidos:
Posteriormente va a ver necesario un cambio en el tratamiento de estos depósitos, realizando un mayor número de intervenciones en estos concheros y un estudio pormenorizado de los componentes que los forman, y así poder obtener una mayor información que irremediablemente se estaba perdiendo:
Además, López Cuevillas se va a dar cuenta del enorme potencial que presentan estos depósitos a la hora de intentar comprender los modos de vida en los castros, y si en 1926 consideraba estos depósitos como elementos anecdóticos, lo suficientemente estudiados y conocidos:
“[...] Semellantes probremas ficarían reducidos case qu’ares se os ditos materias foran soilo cunchas e restos de xantar, xa que cunchás e kjoekkenmoeddings son cousas ben coñecidas i-estudadas, mais no noso caso os depósitos de valvas, embora aparezan bastos, atópanse entremeiando camadas d’outra natureza e non forman, nin moito menos, a totalidade do iacimento, semellando a sua presenza ser cousa episódica millor qu’esenzal” (López Cuevillas y Bouza Brey, 1926: 56-57).
Posteriormente va a ver necesario un cambio en el tratamiento de estos depósitos, realizando un mayor número de intervenciones en estos concheros y un estudio pormenorizado de los componentes que los forman, y así poder obtener una mayor información que irremediablemente se estaba perdiendo:
“Os espolios dos cuncheiros, nos que se amoreaban os rexeitos das cociñas castrexas, é posíbele que formezan algún día precisións valiosas encol do asunto, mais polo de agora o numero de cuncheiros esprorados é escaso e os seus restos osteolóxicos non foron aínda estudados duna maneira amiudada” (López Cuevillas, 1966: 263).
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